jueves, 22 de diciembre de 2016

Toshiro Kanamori y la esperanza en la enseñanza

 

En las clases de Kanamori, cada día tres alumnos leen en voz alta las cartas que han escrito a compañeros de clase. Realizan unas “cartas del cuaderno” porque las van recopilando en un cuaderno de cartas que les ayuda a pensar en los demás, hablan de sus sensaciones, de sus sentimientos negativos y positivos, se expresan sinceramente. Un niño explicó el funeral de su abuela y pudo desahogar toda su tristeza junto a todos sus compañeros de clase que supieron empatizar con él y entender su dolor, comprender su estado de ánimo, por qué no había asistido a clase... de hecho, los compañeros al escuchar la carta expresan también sus sensaciones y comparten sus sentimientos. Una niña al escuchar la historia confiesa que su padre murió cuando ella era pequeña, nunca había hablado al respecto, siempre había querido escribir sobre ello pero en clase no encontraba ese espacio de liberación espiritual.
Para Kanamori la empatía es lo más importante. “deja que la gente viva en tu corazón” “cuando alguien te escucha de verdad, vive para siempre en tu corazón”. Cree que ser profesor es una labor importantísima para fomentar la alegría de vivir.A Kanamori se le murieron dos hijos y a pesar de todo, su deseo es que el mundo sea capaz de valorar la vida y expresar su individualidad única para que pueda contribuir en la alegría de los demás. A través de un buen clima de aula, se fomenta la colaboración y la empatía sobre cualquier cosa.
Respecto a la gestión de conflictos, Kanamori es todo un ejemplo a seguir. En su clase unos niños están criticando a otros por sacar malas notas, así que el profesor quiere llegar al fondo del asunto. Tras realizar varias reflexiones grupales en clase, los “culpables” confiesan y se sienten arrepentidos. De hecho, sorprendentemente, una niña llega a darse cuenta de que permitió esta situación porque ella de pequeña había sido muy criticada y humillada en clase. Reconociendo sus propios errores y debilidades trazan su propio camino para llegar a consolidar sus fortalezas.

 

 Este video supone un ejemplo de superación y lucha interior con el fin de superar todos los obstáculos. Además, abre una gran reflexión en torno a convertir nuestras “debilidades” en fortalezas. Me parece un video imprescindible a la hora de comprender el significado y el sentido de la inclusión, y creo que supone un haz de luz que ilumina y apunta hacia la razón de ser de la teoría de las inteligencias múltiples ya mencionadas en este blog.

 

La puesta en práctica de la inclusión educativa ha de irradiar de tres ejes fundamentales:  la presencia, el aprendizaje progresivo y la participación. Conciliar estos tres aspectos son la clave de un buen camino hacia la inclusión, camino que jamás termina. Esta tarea debe comenzar con una buena formación del profesorado, inicial y constante, además hemos de concienciar a los profesorados para que comiencen a adoptar su rol de educadores ya que la influencia que pueden ejercer sobre el alumnado es de incalculable valor y relevancia. Junto a un gran nivel de implicación, hemos de fomentar el trabajo en equipo, una comunicación fluida con el resto del equipo docente, realizar una organización responsable que conlleve a abordar el temario que propone el  currículum de manera que podamos incluir a todos y todas las alumnas, hacer uso de metodologías que contemplen las múltiples realidades del alumnado, llevar a cabo criterios de evaluación inclusiva, crear un clima de aula que sea proclive a la tolerancia, a la aceptación y buena convivencia de la diversidad, alejarse de los principios encorsetados del apredizaje memorístico, y buscar maneras de enseñar significativamente.

Siguiendo el ejemplo de Kanamori, el aprendizaje emocional y el fomento de la creatividad deben ser pilares básicos y fundamentales de la educación de nuestros alumnos. Con tal de potenciar las diversas cualidades de cada uno de los alumnos y alumnas que se encuentran en clase deberíamos contemplar la teoría formulada por Howard Gardner; la teoría de las inteligencias múltiples. Me parece un tema fundamental y esencial que debería encontrar su repercusión a nivel práctico en las realidades de los centros, ya que el docente necesita desaprender todo el marco encorsetado que supone la metodología obsoleta de la vieja escuela y una contemplación única a la hora de enfrontarse a la inteligencia de los alumnos.

Por un lado tenemos que contemplar el uso coherente del DUA Diseño universal de aprendizaje para buscar maneras de enseñanza que engloben y satisfagan las necesidades de todos los estudiantes, evitando la discriminación y la preponderancia de unos principios sobre otros con la intención de disminuir las barreras, los obstáculos y las desigualdades. Y por otro lado debemos considerar los los apoyos tanto los que nos pueden ofrecer la comunidad, el centro y el alumnado.
Es necesario ofrecer distintos materiales (y si es necesario, adaptarlos) para que la información llegue a todos los alumnos por igual. A través de distintas maneras que faciliten la comunicación, hay que propiciar una óptima interpretación y comprensión de los contenidos, trabajar sobre lo que el alumno ya sabe, y siguiendo a Vigotsky, partir del área de desarrollo próximo para fomentar un aprendizaje significativo.

 

Gracias al visionado de El circo de las mariposas hemos podido indagar sobre el verdadero significado de las inteligencias múltiples y hemos podido profundizar en el sentido e importacia real de la inclusión. Personalmente, el documental de Kanamori me ha hecho recordar de manera especial alguna de las actividades que realizábamos con “don Juan” nuestro profesor de primaria. Todos nos acordamos con cariño de él ya que un día a la semana lo reservaba para practicar relajación; nos ponía música clásica y nos hacía hacer respiraciones, expresar en voz alta nuestros deseos y sueños para que sintiésemos que podríamos llegar a cumplirlos algún día, nos hacía plantar verduras, cuidar a los animales... Una vez, nos propuso como tarea simular que éramos de un país diferente y grabar un video como si estuviésemos en nuestro país de origen. Me pareció una idea preciosa ya que pudimos sentir cómo se vive en otro lugar, siendo extranjero, estando lejos de tus seres queridos, sentimos en nuestra piel y de manera profunda la empatía (un tema esencial a tratar en las aulas) y además, pudimos aprender muchísimo a través de nuestra investigación y mediante la visualización de todos los videos, sobre las diferentes culturas del mundo de las diversas maneras de vivir.
Otro día nos tapó los ojos durante una clase entera para que pudiésemos vivir la experiencia educativa como la vive una persona invidente y a la semana siguiente organizó una excursión a la ONCE, fue un gran impacto para nosotros porque realmente nos sentimos asustados con los ojos cerrados, apartados del mundo, sin entender qué pasaba a nuestro alrededor. Han pasado los años, y esas dinámicas me han llegado a servir incluso en la realización de este máster porque creo que es fundamental ponerse en la piel de los demás y entender que muchas acciones que se llevan a cabo en las aulas no abarcan todas las realidades existentes. Siempre que en otras asignaturas nos hacen realizar unidades didácticas, no puedo dejar de pensar en un niño con los ojos cerrados ante la realidad que propongo en clase, a una niña recién llegada del Senegal... las múltiples realidades personales desbordan la teoría de unas leyes que no se ajustan a la vida del aula.

 Además, a través de la lectura de diversos artículos que hablan sobre César Bona, he podido recuperar un poco la esperanza y ha sido el matiz positivo en este balance, ante una realidad injusta y desigualdades, todavía existen referentes que luchan por una sociedad más consciente y tolerante. César Bona supone un ejemplo a seguir ya que su modelo educativo intenta incluir a todos los alumnos, les hace sentir importantes, les hace sentir responsables, les da voz, deja que expresen sus sentimientos y sus opiniones. Bona trabaja intensamente el tema de la autoestima, el trabajo en equipo, el conocimiento de los alumnos, el interés por las clases, la participación activa, fomenta un buen clima de aula, promueve las reflexiones libres y el pensamiento crítico. Además, se aleja del sistema encorsetado chapado a la antigua enseñanza, y propone un modelo de evaluación que no precisa de arduos deberes excesivos e innecesarios para un aprendizaje constate y en desarrollo. La evolución del conocimiento es la clave esencial para la evaluación, y todo lo personal que los alumnos puedan aportar a los contenidos vistos en clase, las relaciones externas que puedan realizar y la interiorización y asimilación de la materia es la vía esencial para el éxito escolar. Bona no solo es un gran profesor, es un gran educador y como tal se involucra en las vidas de sus alumnos, y traspasando las barreras del limitado curriculum, propone el ejercicio de una educación emocional en las aulas.

 


http://www.elmundo.es/espana/2015/02/02/54ce67d3e2704e3f168b457e.html

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